El día de ayer tuve la oportunidad de experimentar algo tan maravilloso como aterrador y no por eso menos fascinante, en cierta manera crucé una linea, de algún modo llegué más lejos y por algún motivo Idris me permitió ver un pedazo de su ser al que casi nadie tiene acceso, puedo decir que por primera vez… se mostró vulnerable ante mi, intencionalmente.
El día viernes teníamos planes de salir a un bar-antro de la ciudad, un lugar donde bailar, un lugar donde beber, un lugar donde divertirnos, como muchas personas de nuestra edad lo hacen, hace dos años mi postura sobre estos lugares, sobre estas situaciones y sobre este tipo de diversiones era completamente opuesta y reacia a cambiar, sin embargo la vida me permitió darme la oportunidad de conocerlas y de esta manera cambié de opinión, aprendí a disfrutar también de las cosas que son comunes y no por ello menos disfrutables que mi anterior idea de “diversión de viernes por la noche”. Pero esta vez, no era como cualquier otro viernes de salida por la noche, esta vez tuve la idea e Idris concordó conmigo en que deberíamos pasar la noche en una habitación de hotel en lugar de volver a nuestras casas.
El hecho de que aceptara significaba dos cosas, la primera: que estaba dispuesta a darme un voto de confianza e dar un paso más en nuestra relación, la segunda y más obvia: la potencial oportunidad de tener relaciones sexuales. Ambas para mi eran importantes, la primera me parecía más fascinante por su naturaleza no terrenal y la segunda obviando la excitación física que iba en incremento, por el significado que tenía el acto, el permiso, la confianza, la exposición, la entrega.
¿Se puede hacer el amor, sin amar a alguien?
Es una pregunta que aun ronda en mi mente y la cual no he sido capaz de responder, aun después de haber estado con Idris, lo cual es curioso porque pensé que obtendría mi respuesta justo después de que sucediera y… no fue así, habernos entregado el uno al otro de esa manera me permitió ver un lado de ella que no conocía y que me dejó intrigado, fascinado, pero que sobre todo aprecio y atesoro demasiado.
Nunca he tenido “sexo sin compromisos”, lo más cerca que estuve fue la vez que casi lo hacía con una de mis amigas, solo por saber que se sentía, pero para bien o para mal no llegamos tan lejos como para desnudarnos y hacer lo único que nos faltaba, sin embargo ese experimento me llevó a darme cuenta que quizás no estoy hecho para ese tipo de experiencias, no digo que no me gustaría experimentarlo, pero no es algo que me muera por hacer tampoco, para mí el sexo es algo muy importante. Sonará muy cursi, pero para mi el sexo tiene que tener algún significado, una razón de ser, una emoción que le de vida, la pasión que solo otorga el entregarse gustosamente a alguien por el simple motivo de querer hacerlo, de llegar mas allá con esa persona que de alguna manera es especial para uno mismo. Con Idris curiosamente, ocurrió algo en el medio o quizás algo que simplemente soy incapaz de interpretar.
Eran pasadas de la 1 a.m. cuando la amiga de Idris decidió que era tiempo de partir, lo cual a mi me pareció inesperado ya que generalmente dejamos el lugar hasta que cierran -al rededor de las 3 a.m.-, pero no puse objeción ni Idris así que me dejé llevar, en mi cuerpo había tanto alcohol como para no recordar la cara del conductor de Uber que nos llevó al Hotel, en mi cuerpo había tanto alcohol como para que no sintiera mis pies cansados, en mi cuerpo había tanto alcohol como para que poco me importara lo que sea que no estuviera pensando en ese momento… y también en el cuerpo de Idris. No estábamos borrachos como para no controlar lo que hacíamos y lejos del estado de inconsciencia, pero si lo suficiente como para no detenernos demasiado a pensar las cosas. Llegamos a la habitación, al fin a solas. Solo ella, yo, una cama y cuatro paredes. Sin nadie que nos viera o molestara, sin preocupaciones y con todo el tiempo del mundo. Como nunca lo habíamos estado.
Ella dijo que entraría al baño, quería cambiarse -¿un pretexto o una indirecta?-, no supe realmente como responder a ello así que solo asentí ante su comentario, ella salió con su cara limpia de maquillaje con ropa que se veía cómoda, pero podía notar un bra y unas panties debajo de la licra que llevaba encima ¿qué significaba eso? -¿No duermen todas las mujeres sin nada debajo? ¿Me estaba bateando?-, solo había una forma de averiguarlo y estaba dispuesto a hacerlo, la tomé de la cintura y giré su cuerpo hacia mí al tiempo que la atraía y la sostenía entre mis brazos, su cara cerca a la mía y comencé a besarle y ella me correspondió, con la pasión que le caracteriza, con ese desenfreno que solo muestra cuando se siente en una situación cómoda y cruzó sus brazos detrás de mi nuca y nos arrastramos hacia la cama, una sucesión de besos y caricias interminables, mientras nos deshacíamos de cada una de nuestras prendas.
No había prisas ni presiones, pero eventualmente llegamos a un punto en el que uno de los dos iba a dudar, quizás el alcohol había cedido ante las endorfinas, nuestros cerebros ya no estaban tan nublados, quizás nos dimos cuenta de la linea que estábamos a punto de cruzar… pero no fui yo quien dudó y no sería yo quien forzara nada, así que le expresé mis deseos, estaba preparado para cualquiera de sus respuestas y para ser sincero esperaba una negativa, sin embargo lo dijo: “Si, yo también”. Y seguimos hasta el final.
Podía sentir el nerviosismo en sus movimientos, en su inseguridad, en su falta de aliento. Podía sentir el temblor involuntario de su cuerpo, el placer que sentía se convirtió en el mío, pero debajo de todo eso pude ver algo más, algo que jamás había visto en ella, algo que me dejó tan fascinado como aterrado, no por no saber que hacer con ello si no simplemente por no esperarlo, debajo de todo esa explosión de hormonas, pude ver en ella vulnerabilidad, miedo, inseguridad y dudas, el tipo de cosas que sientes cuando te adentras a lo desconocido… ¿era esta su primera vez?, me negaba a creerlo y sinceramente no estoy seguro de que así sea, quizás había pasado simplemente -al igual que conmigo- demasiado tiempo desde la última vez, quizás para ella este paso también significaba algo importante y lo estaba dando sin estar completamente segura de saber que seguiría después, para muchas personas es difícil confiar y este tipo de actos requiere cierto tipo de confianza cuando tienes una pareja, quizás simplemente no había pensado en dar ese paso conmigo, pero de igual manera pensó que valía la pena el riesgo o quizás todo lo que he pensado acerca de esto está mal y su actitud se debe a cosas que escapan mi entendimiento. Sus acciones decían tanto como las mías y la verdad es que la combinación de nerviosismo y alcohol no es la mejor cuando se trata de aumentar tu rendimiento, puedo decir con certeza que ha sido uno de los peores desempeños que he tenido y de eso me avergüenzo, pero no hay nada que pueda hacer. Ella dijo que necesitaba usar el baño y sumado a todo pude notar que era el fin de nuestra pequeña aventura.
A pesar de mi catastrófico desempeño y la actitud hermética de Idris he aprendido demasiado sobre ella, puede que nuestro primer encuentro haya sido un tanto… áspero, pero ambos lo disfrutamos a nuestra forma y para mí, fue una forma más, una oportunidad más y una nueva puerta abierta hacia su interior, una puerta que ella me abrió y por lo cual le agradezco y atesoro la confianza que me ha otorgado, pude ver en ella la voluntad de seguir adelante, así como las dudas que dejó de lado para hacerlo, en cierta forma un salto de fe que dio en nuestra relación, algo que no suele hacer y algo que me fascina ver en ella, sobre todo el exponerse de esa manera conmigo, porque me di cuenta que es algo que no hace a menudo y sobre todo algo con lo que no estaba precisamente cómoda, el mostrar su cuerpo ante mi, quizás piense que la iba a juzgar, quizás no está completamente segura de si misma cuando se trata de mostrarse de esa manera a alguien como yo, pero eso es algo que ni yo estoy, y aun así nos expusimos el uno al otro y fue maravilloso, realmente posee una belleza maravillosa.
Estoy feliz por haber experimentado de nuevo esto con ella, es algo un tanto… nuevo y si, un poco aterrador, la primera vez que te expones de esa manera a una persona nueva, sobre todo a tu pareja, pero me siento afortunado de que lo hayamos hecho y quiero corresponder su atrevimiento, su confianza y su entrega con comprensión, con cuidado y con suavidad, pero sobre todo quiero hacerla sentir bien, hacerle ver que ante mi puede exponerse de cualquier manera y no pienso juzgarle, porque le quiero, porque me encanta, porque es una gran persona y porque ante mis ojos su belleza es deslumbrante.
No se cuando vuelva a suceder, pero se que será mejor. Porque ahora he visto un poco más dentro de su ser, porque me ha permitido echar un vistazo a su verdadera persona y porque ahora le conozco más.
Porque ahora le quiero más.