Un año ha pasado ya desde la última primera vez y esta vez es muy diferente, similar en alguna forma pero diferente. Aquí estoy de nuevo esperando a alguien que no conozco y que es igualmente atractiva e intimidante, no por ser imponente si no por ser desconocida y eso la hace igualmente emocionante, estoy a unos minutos de nuestra primera cita y no se que pueda pasar, irá todo de maravilla o sera incómodo no lo se, ya no importa, aquí estoy hecho un manojo de nervios, nervios que no había sentido desde el día que aceptó hasta este momento, y aun así, estoy tranquilo, confio en mi y confío en que todo irá bien y si no… No me arrepiento de nada. No debo olvidar este sentimiento.