Quizás hoy no sea el mejor día para escribir, pero quizás lo que siento sea precisamente una señal de que debo escribir. Hoy es uno de esos días donde por diferentes razones me encuentro viéndome a mi mismo y casualmente ese evento se ha juntado con la sensación de vacío y desolación. ¿No la mejor combinación, verdad? Bueno, pues si he de escribir en mis momentos de éxtasis y realización ¿por qué no habría de escribir cuando dudo y me siento desanimado?
Durante gran parte de mi adolescencia me lamenté por no tener ningún talento artístico, por no tener la habilidad que todas aquellas personas tenían, hermosas pinturas, agradables melodías, hipnóticas danzas y yo solo veía, veía y escribía. Me lamentaba y escribía. Más de una vez aconsejé a algún amigo cuando estaban tristes o se sentían mal que escribieran en una libreta sus sentimientos, yo lo hacía todo el tiempo y me funcionaba bastante bien, me relajaba y me permitía ver mis propios pensamientos, externarlos, sacarlos de mi mente, liberarme y más de una vez me di cuenta como les parecía algo sin inútil.
¿Escribir?¿como me va a ayudar escribir? ¡Qué pereza!
Y yo escribía.
Es curioso como las cosas que tenemos frente a nosotros son las que menos vemos, mientras que mis amigos pintaban, mientras que mis amigos esculpían, mientras que mis amigos bailaban, cantaban, creaban. Yo escribía. Escribía sobre cualquier cosa, sobre mi vida, sobre las suyas, sobre mis sentimientos. Hasta que un día decidí escribir sobre algo diferente, una idea, una historia, alguien que solo existía en mi mente… hasta el momento en que mi pluma materializó su existencia, pasó de vivir en la jaula de mis pensamientos a nacer en el mismo mundo que el mismo. Y así nació mi primer personaje. No me di cuenta en ese momento sino hasta que alguien leyó lo que había escrito y le gustó, fue en ese momento cuando lo noté, fue en ese momento en el que vi lo había hecho.
Había creado algo.
Yo, que siempre me creí incapaz, yo que jamás tuve un talento artístico, yo que no podía dibujar, yo que no sabía como expresarse. Me di cuenta en ese momento lo que había estado haciendo todo ese tiempo… Arte.
Mil definiciones hay sobre esta palabra y mil definiciones más se harán en un futuro, se discutirán y siempre habrá quienes crean que tienen la razón, haciendo menos a los que creen ignorantes, pero en mi opinión lo que realmente importa es precisamente eso, uno mismo.
El arte desde mi punto de vista es una herramienta que permite al ser humano expresar sus sentimientos, materializar sus pensamientos, crear todo aquello que pasa por su cabeza y convertirlo en algo tangible y a la vez mágico, porque la verdadera magia del arte no está en su belleza visual o sensorial, si no en su belleza sentimental. En aquello que el artista intentó plasmar al crear su obra, aquello que sintió, que sufrió, aquello que nació de su necesidad de desahogo, de gritar al mundo ¡esto es lo que siento!.
Quizás mi idea de arte sea diferente a la de los demás, quizás la compartan más personas de las que creo, pero la verdad es que no importa, porque es mi idea. Y en mi mundo eso tiene sentido, en mi mundo escribir me ayuda, en mi mundo escribir es mi forma de expresar lo que siento, lo que pienso, lo que imagino, lo que me pasa y lo que fantaseo.
Puede que hoy no sea el mejor o ni siquiera realmente bueno, pero en mi mundo, escribir es mi talento artístico y yo soy feliz con él y hoy más que nunca se que nunca dejaré de hacerlo.
¡Que maravilloso es poder expresarse!
Hoy fue un día duro, he estado pensando demasiado y aunque es algo que se me da bien hacer, probablemente no era algo que necesitaba, pero así soy yo y no puedo evitarlo, podría escribir bastante sobre el por qué lo hago -creo que lo haré-, quizás fue por eso que recurrí a este espacio, este pequeño lugar mío. Y aquí estoy, vaciando mi mente. Definitivamente me siento mejor escribiendo.
Seguiré sufriendo, seguiré sonriendo. Seguiré viviendo, seguiré sintiendo.
Seguiré escribiendo.