El día de ayer me encontré nuevamente con una situación que he estado intentando cambiar, la cual es el hecho de escribir posts demasiado largos.Empezaba ayer con una idea y esta idea fue creciendo y mi necesidad de escribir se hizo mayor, terminé con un post de aproximadamente 1200 palabras, lo cual personalmente no considero excesivo, pero si largo, al menos para el lector promedio de un blog. Esta situación me llevó a preguntarme ¿qué tiene eso de malo?
Es cierto que he estado intentando empezar tal vez a escribir posts más seguido y de manera más sintetizada, pero la verdad es que no he encontrado la manera o la inspiración para hacerlo, entonces cuando al fin tengo una idea, termino haciendo un post relativamente largo y que desde mi punto de vista, las personas están más renuentes a leer, esto me orilló a pensar en una segunda pregunta, ¿para quién escribo?
He descubierto en el poco tiempo de vida que tiene este blog, que es bonito saber que a alguien más le gusta lo que tu escribes, que alguien más tiene interés en tus palabras, incluso el mero pensamiento de ser leído por otra persona se antoja placentero, es natural que cierto tipo de personas (como yo) intenten complacer a esta “audiencia”, fue cuando me di cuenta que estaba haciendo algo que no me agradaba, me estaba limitando, limitando mis pensamientos o mi escritura por el simple hecho de complacer a alguien más, no hay nada de malo en querer complacer a alguien de vez en cuando, pero el hecho es que el objetivo de este espacio no es ese.
Este es un blog personal donde vaciar mis pensamientos y siento la necesidad de recordármelo a mi mismo, es mi lugar, mis 4 paredes y una ventana por donde el mundo puede asomarse.
Este soy yo. Un extraordinario humano en este planeta, con el que quizás puedas tener algo en común, si de pronto te encuentras leyendo algo de lo que plasmo con mis palabras.