Siento que hace mucho no escribo sobre lo que está pasando en mi vida. Ciertamente hay mucho que quiero escribir y apenas me doy el espacio, la verdad es que mi mente ha estado muy creativa las últimas semanas pero hay una pequeña cuestión que me ha estado… deteniendo de escribir cada idea que se me ocurre. Y es precisamente otra idea.
Una idea que se formó en mi hace algunas semanas y que me niego a dejar ir, porque me entusiasma hacerla realidad: quiero escribir un libro.
Lo sé, lo sé. No va a ser fácil y no espero que lo sea, de hecho me entusiasma la idea de pensar que será difícil, es algo mucho más grande que yo, algo ambicioso, pero es algo que quiero hacer. No pretendo escribir un bestseller, ni siquiera estoy seguro de que lo mandaría a una editorial, pero quiero imprimirlo, quiero imprimir algunas copias y que sea algo que pudiera dejar a mis descendientes, un pequeño pedazo de mi que trascienda. Al menos en las personas que me importan.
Por supuesto, para escribir un libro se necesita una historia y es precisamente ahí donde se encuentra mi actual dilema, porque últimamente he tenido muchas ideas sobre qué escribir, ideas que desarrollar, pero a la vez me doy cuenta que ciertas cosas pudieran encajar en mi historia, formar parte de los personajes que estoy construyendo. Por eso es que he empezado a ser un poco selectivo con lo que escribo.
En fin, que ahora tengo una nueva meta, es una meta a largo plazo, pero estoy decidido a volverla realidad, no tengo prisa. Hay muchas cosas más que contar de mi vida, pero por el momento siento que debo de darles más tiempo, me he dado cuenta que escribo mejor cuando me tomo el tiempo de analizar lo que estoy viviendo y la verdad es que en estos momentos no he tenido tiempo para hacerlo, ya lo tendré. Lo prometo.
Hasta pronto.
P.D. Acabo de descubrir una chica que tiene canciones muy agradables, se llama Lucy Rose. Deberían escucharla.