Recuerdo en uno de mis viajes pasados a la capital, al ver las fotos que había tomado, me di cuenta que no salía en casi ninguna de ellas. “Yo soy más de lugares, no de personas” me dije a mi mismo, y me lo creí. Mi reciente viaje al Sur del país, me hizo darme cuenta de que si bien, mi anterior yo, no estaba equivocado, ya no soy más esa persona.
Lo llamamos Sur del país porque nosotros somos del Noroeste del mismo, pero políticamente la capital es considerada el centro del país y Puebla centro-oriente. Pero este es mi blog y le digo como me de la gana.
No había escrito nada (a excepción del post de Bitácora Solar, que ya explicaré) debido a que había estado fuera de mi ciudad, como ya lo había comentado con anterioridad, me aventuré en un viaje que duró 6 días. 2 de los cuales pasé en la capital, para el concierto de mi banda favorita y 4 de los cuales pasé en el estado de Puebla, conociendo a una rama de mi familia hasta entonces desconocida para mi.
Fueron 6 días de completa aventura, de vagar por las calles de una de las ciudades más pobladas del mundo, completamente solo, de asistir a un concierto inolvidable, de viajar a una parte del país completamente desconocida para mi, a conocer personas que jamás había visto.
No pienso hacer una entrada turística sobre los lugares que visité y todas esas cosas, profiero centrarme en lo que mencioné en mi introducción. Este viaje, de manera homónima pero no igual al que realicé con mis amigos en el verano, se enriqueció de las personas que formaron parte de él y que estuvieron conmigo. Mis amigos, mi familia, mis seres queridos. Gracias a mis amigos en T, que se quedaron trabajando en prácticas y avanzando con los proyectos, es que pude disfrutar del viaje sin preocuparme de la escuela, alguna vez dije que era una buena idea que en vez de hacer las cosas yo, como un líder de equipo, incitarlos a superarse y que pudieran hacer todo ellos también, jamás estuve más orgulloso de ellos y de mi por haber tomado esa decisión. Mercy, una de mis mejores amigas, me sacó de un apuro con una bufanda mientras ella estaba en una exposición, Elena siempre en contacto conmigo me pedía que le compartiera fotos de los lugares que visitaba. Las personas que conocí en Puebla, mi familia, me trataron con la calidez de quien recibe a un hijo, sus atenciones estuvieron muy arriba de mis expectativas y me dejaron con un gran sentimiento de pertenencia. Mis amigos, que pasaron por mi a recogerme al aeropuerto, con una hoja de papel con “GoodMan” escrito en ella.
Los lugares son hermosos, si. Pero las experiencias, las experiencias siempre son recordadas por el significado que tienen para nosotros y se vuelven más trascendentales gracias a las personas con las que compartimos estos momentos. Me he convertido en alguien que “es más de personas” que de lugares.
En diciembre plano realizar otro viaje, esta vez al Noreste del país, pero aun queda Noviembre de por medio y algo me dice que traerá muchas sorpresas.
Últimamente siento que necesito más en mi vida, un giro, un cambio. No porque haya vuelto ha ser como antes, si no porque ahora tengo la necesidad de seguir cambiando, de seguir renovándome, mejorando, experimentando. Tal vez sienta que no he tenido mucho de ello y de ahí mi ansiedad. Es curioso ya que he vuelto de uno de los mejores viajes de mi vida, quizás sea eso lo que me haga buscar algo más. Me refiero a mi vida diaria, algo falta. Pero a la vez siento que tengo lo que necesito y tengo la certeza de que si hoy tengo este sentimiento es porque simplemente se está haciendo un espacio en mi ser, para dar lugar a algo mejor que está por llegar. Puedo sentirlo.
¡Ah, sí!
Sobre “Bitácora Solar”. Es una nueva sección con la que he estado experimentando, mis post cortos, de pensamientos o vivencias tal vez menos trascendentes, pero no por eso irrelevantes. Algo sencillo.
Bueno, estoy de vuelta en la ciudad y tengo que ponerme al corriente con mis pendientes, pronto estaré escribiendo sobre ideas nuevas que han rondado mi mente últimamente.