La primera entrada en un blog personal debe ser en la que más piensan las personas cuando se inicia, con un montón de dudas en la mente sobre lo que los llevó a crear este espacio se les suma la idea de qué dar a conocer y qué no. ¿Qué tengo que escribir? ¿Necesito presentación? ¿Debo explicar mis motivos?. La verdad es que no hay necesidad de pensar tanto, pero con algo se tiene que empezar así que aquí va algo para el disfrute del curioso.
Mi nombre no es Leo, soy una persona como tú a la que un día le pasó por su mente la idea de volverse desconocido, eso sumado a la idea de iniciar algo nuevo y a mi reciente renacimiento de mi actividad escritora, me llevaron a la decisión de crear este blog, el cual no tiene otro fin que el de externar mis pensamientos sobre lo que acontece en mi vida y mi entorno.
Es honesto decir sin embargo, que una vez formada la idea de la creación de este espacio me agradó la perspectiva de compartir con el mundo y cualquier lector que pudiera llegar a toparse con estas letras una pequeña historia. Una historia de cambio, de como un acontecimiento en mi vida me llevó a una pendiente de sucesos que acabarían por cambiar mi forma de vivir. Y aunque hoy puedo decir que los cambios son buenos, sanos y muy necesarios, no siempre pensé de esa manera o al menos no siempre actué de esa forma.
La historia que estoy por compartir en las siguientes entradas comprende más que nada transcripciones de una libreta mía donde vaciaba mis pensamientos antes de crear este blog, a las que agregaré revisiones necesarias. Si te gustan las historias y no tienes miedo a leer un mal escritor tal vez te entretengas.
Por último me gustaría que agregar que la historia no acaba, continua mientras siga respirando y aunque al inicio sea sombría y turbia, prometo que la atmósfera de pesadumbre se irá diluyendo para dar lugar a un blog más luminoso y diverso.
Atento pues lector, que la vida al igual que este espacio, cambian.
-Leo