Hay en esta vida, momentos de realización, momentos donde de una forma u otra probamos de lo que somos capaces, lo que el tiempo a obrado en nosotros pero sobre todo donde reconocemos ante nosotros mismos nuestro crecimiento. Hoy se presentó ante mi la oportunidad de resolver algunas dudas que había tenido desde hace días y estoy muy feliz por darme cuenta que en realidad si las he superado.
La situación es la siguiente, a lo largo de las últimas dos semanas la interacción que he tenido con Idris ha ido aumentando, nuestras conversaciones se vuelven interminables y cada vez confiamos más el uno en el otro, he llegado al punto de darme cuenta que en verdad me importa esa chica y empezaba a plantearme la idea de que en verdad la quiero. Durante esas divagaciones de mi mente, vino a mi otra idea, un pensamiento sobre las personas y como manejan sus crisis, como las superan, pensé principalmente en las parejas y las rupturas, la gran mayoría de las parejas al romper la relación evitan todo contacto y dejan de hablarse, para posteriormente pasar al olvido. Lo cual es, perfectamente lógico y probablemente lo más sano.
Dada la naturaleza de mi ruptura con Violeta -mi ex-, donde rompimos más que nada por influencias externas y no porque no nos soportáramos, para mi era perfectamente normal que durante mucho tiempo siguiera pensando en ella, incluso considerando la idea de hablarle y ofrecer mi amistad; la última vez que pensé en eso fue hace algunos 8 meses y me di cuenta de que era un error, principalmente porque a pesar del tiempo, de que ella tuviera un nuevo novio y yo hubiera salido con otras personas, en el fondo sentía algo por ella, algo de lo que tuvimos y no podía soportarlo. Me alejé de nuevo, esta vez más que nunca.
Hace algunos meses encontré a Idris y desde entonces me he sentido muy bien con ella, aunque no estoy seguro que sea la persona con la que quisiera pasar mi vida entera, es agradable y disfrutamos estar juntos, aprendí que todo el tiempo que pasé conmigo mismo sirvió de mucho y vale cada momento. Lo cual me devuelve a mi idea inicial y el motivo de este post.
¿Había yo superado a Violeta?
Una gran parte de mi decía que si, que había pasado el tiempo suficiente y que esas cosas ya no me afectaban más, pero otra parte, la pequeña pero molesta decía que nada sería cierto hasta que lo probara, fue entonces cuando empecé a tener estos pensamientos, sobre si las personas que han sufrido crisis o traumas, necesitan probarse a si mismos que han superado estos para seguir viviendo, en mi caso personal la respuesta era simple y siempre la he sabido.
Si, yo si necesitaba probarme a mi mismo. Necesitaba hacerle frente.
Lo que había intentado hace 8 meses tendría que intentarlo de nuevo, tarde o temprano, porque nunca estaría seguro de que la había superado completamente si no lo hacía, se que quizás más de un año y después de varias chicas muchas personas dirían que es más que suficiente para olvidar mis sentimientos por ella, pues no. Y tal vez yo me haya dicho lo contrario antes, pero es porque en ese momento de mi vida, necesitaba mentirme a mi mismo -a veces necesitamos hacerlo-, necesitaba hacerlo para seguir adelante, ella por supuesto encontró otra forma de superarme -su nuevo novio- y por lo cual jamás le he guardado una pizca de rencor, siempre fuimos diferentes, era obvio que seguiríamos caminos diferentes para superar nuestra ruptura.
Y así llegó el día Lunes y un repentino mensaje de ella, no era la primera vez, sabía cual era el protocolo entre los dos, saludar, preguntar como estábamos, preguntar por la familia y decir que nos alegrábamos el uno por el otro de que todo estuviera bien, después de todo estuvimos juntos por más de 5 años, los lazos formados en una relación así no se deshacen tan fácilmente. Y así comenzó nuestra conversación, el mismo protocolo de siempre, excepto que esta vez algo era diferente. Algo en mi.
Ya no sentía más ese miedo por saber demasiado de su vida, ese temor por golpearme con ese muro que era el hecho de que nuestra relación estaba acabada, así que tomé un decisión y de alguna manera no fue solo mi decisión sino suya también, por primera vez en mucho tiempo nuestra conversación fue más allá del simple compromiso. Por primera vez en mucho tiempo platicamos como las dos personas inteligentes que somos y no a la defensiva. Pero lo más importante de todo, por primera vez en mucho tiempo me sentí en paz conmigo mismo, sin esa ansiedad, sin ese temor, sin esa sensación de que me derrumbaré al dar un paso en falso. Tenía confianza. Confianza en mi mismo.
Suena un poco ridículo, pero esa confianza no es como tener una autoestima alta y ser una persona contenta consigo misma, es un tipo de confianza diferente, un confianza emocional del saber que las emociones que antes sentías por esa persona han quedado atrás y ya no te sobrepasarán, porque tu las has sobrepasado. Y eso está muy bien.
No puedo decir con certeza que es lo que cambió o como fue que sucedió el cambio en mi, por supuesto que le atribuyo parte de todo esto a mi relación con Idris, pero también lo hago a todo el tiempo que ha pasado, a todo lo que he vivido y a lo mucho que he crecido como persona. La prueba se presentó como atraída por mis pensamientos y el Universo me confirmó lo que yo creía de mi.
Por primera vez desde mi ruptura con Violeta estoy completamente seguro de que la he superado y creí que al menos merecía una entrada en mi propio blog personal.
No se que sucederá a partir de ahora, aunque ahora se que soy capaz de tener una relación casual con ella, no es algo que busque, definitivamente sigo escuchando las palabras que me dijo alguna vez mi amiga Erin “piensa en como se sentiría tu nueva novia si fueras amigo de tu ex, probablemente lo entienda, pero igual se sentirá incómoda”, y aunque no pienso aun en Idris como mi novia, no puedo evitar pensar que Erin está en lo cierto.
Por el momento estoy feliz de al fin poder ver a Violeta como la gran persona que es y no como una ex por la que aun siento algo, espero que ella me vea de la misma forma, después de todo eramos grandes juntos porque siempre fuimos grandes por separado.
Por cierto, estoy consiente de lo ingenuo que sonará todo lo que anteriormente escribí para cualquiera que pudiera leerlo, excepto para mi. Pero es para mi para quien lo escribo, así que realmente no me importa. Realmente creo en la persona que soy y su potencial.
Lo sé porque de alguna forma… me siento libre.