Close

9 minutos antes del suicidio

El sudor baja por mi frente y por toda mi cara, olvidé ponerme una playera interior debajo de mi camisa y eso me hace sentir incómodo, mis lentes están sucios y no tengo intención de limpiarlos, el calor no cede y yo estoy apunto de explotar…

No he dormido bien y mi mente no tiene fuerzas para pelear los sentimientos que he estado conteniendo las últimas semanas, me están sobrepasando y mi resistencia es nula, apenas algunos vagos pensamientos de humildad y agradecimiento, nada que puedan hacer contra el ejército de frustración y desespero que carga contra mi psique ¿y como impedírselo?, si una parte de mi sabe que tienen razón de querer destruirme.

Llevamos el auto al taller, ya que no pudimos repararlo nosotros mismos, el precio fue excesivo y probablemente el problema no era tan urgente, más gastos, más deudas y yo, sigo desempleado, compro las piezas para reparar el motor del aire acondicionado -más gastos-. Al armar el motor, no funciona y no tengo idea de por qué, puede ser el empaque que no he puesto -vaya, perdí el empaque-, tengo tres días trabajando en el motor y tenemos dos noches durmiendo sin refrigeración, el calor golpea de nuevo, no se qué hacer… Pero estoy acostumbrado a eso.

Mar ha llegado y la casa es un desorden de nuevo, no dice nada -está acostumbrada- pero en su cara puedo ver la decepción y la enorme carga de mantener su trabajo y esta casa a flote, ha llegado una carta de un notario -más deudas-, trata de ocultarlo pero se que le preocupa, a mi también me preocupa, si no encuentro un trabajo pronto, estaremos en problemas y la situación financiera ya es demasiado precaria. Sigo sin trabajo.

Mis hermanos… dos islas en esta pequeña casa, ajenos a nuestra pelea, la pelea interna en la que estamos Mar y yo, el menor no logra entender, al de en medio no le importa, es un adolescente y como tal se comporta como idiota, nuestra casa y sus dirigentes se cae a pedazo y a el lo único que le preocupa es terminar de ver una serie más en Netflix. Me enoja.

Tengo hambre, no me había dado cuenta porque mi mente ya no piensa en eso, se concentra en darle vuelta a todos estos pensamientos que no sirven para nada, porque entre más los pienso más me destruyen y más me atrapan. No tengo ganas de comer.

El ruido, siempre presente en cada momento que mi familia pone un pie en esta casa me molesta y se vuelve insoportable, mi hermano y Mar discuten y yo ya estoy harto, harto de haber perdido esa pieza, de que no pueda hacer funcionar el motor, de que mi fracaso signifique tener calor siempre, de la indiferencia de mi otro hermano, de su falta de empatía ante nuestra situación, harto del calor y harto del mundo. Solo quiero detenerlo,hacer que pare unos momentos  y no preocuparme. Entiendo ahora por qué los alcohólicos ahogan sus penas en la bebida, les proporciona esos momentos en los que perdemos la lucidez y la consciencia de este mundo, somos libres de todos estos problemas, pero al final, después de todo… los problemas siguen ahí.

Estoy cansado y triste.

Por supuesto que he pensado en el suicidio, todos lo hacemos alguna vez en nuestra vida, pero no es algo que yo haría, no está en mi y me parece muy cobarde, verán… la vida, con todas estas dificultades, es mucho más interesante y si al final de todo me quedaran solo las personas que quiero y me quieren, valdría la pena no tener nada. Porque lo tendría todo.

Hoy ha sido un día difícil para mi y lo único que quiero en este momento es explotar, llorar. Pero odio llorar solo.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *