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Colisión | 72 días

Generalmente escribo menos de lo que me gustaría, suelo echarle la culpa al poco tiempo que tengo o al hecho de que no me disciplino en hacerlo, pero la verdad es que la principal razón son mis sentimientos.Esta entrada gira entorno -de nuevo- a mi vida personal, es por eso también que considero importante mencionar mis sentimientos. Encuentro mucho más reconfortante escribir con la mente clara y hacerlo después de que me ha pasado algo en lugar de en el momento me ayuda a ver las cosas de una manera diferente, me gusta eso.

Llevo aproximadamente dos semanas queriendo escribir sobre Idris, pero… es difícil, así que intentaré explicarme lo mejor posible. No me es difícil escribir nuestra situación o lo que pasamos juntos, lo difícil es encontrar el humor para hacerlo, pero tiene una manera de hacer que mis sentimientos cambien de manera constante lo cual no me permite centrarme en algo en concreto, afortunadamente creo que hoy he encontrado el espacio en mi mente para hacerlo, hoy “discutí” con Idris, así que aquí va.

La última vez escribí sobre como un encuentro íntimo con Idris me había llevado a conocerla un poco más, a ver cosas en ella que no había visto antes, lo cual provocó en mi un resurgimiento emocional hacia ella, hablar con ella sobre la situación me hizo confirmar la mayoría de mis sospechas a la vez que me unía más a ella su sinceridad y de pronto empecé a ver en ella cosas que no había visto antes, gestos, caricias, intenciones, palabras y acciones que me hicieron sentirme más enamorado, al fin veía sus esfuerzos por corresponderme -Idris es una persona fría, que no suele ser muy expresiva-, cruzó por mi mente la idea de que al fin ella empezaba a cambiar, idea que fue rápidamente sustituía por el reconocimiento de que en realidad el que había cambiado era yo, de alguna forma empezaba a ver las cosas con más claridad, su manera de quererme de forma más evidente y no era que ella hubiera empezado a mostrarlo más -o tal vez si-, si no que yo empecé a ser más sensible a ello, más perceptivo, sentir mis sentimientos correspondidos me llenó de felicidad y una sensación de calidez que no había sentido antes viniendo de ella. Lo más impresionante vino una semana después, cuando ella me lo expresó.

Era de noche y ella estaba sentimental, a través de sus mensajes podía sentirlo y aunque hubiera preferido tenerla en persona pero ella necesitaba expresarse y el hecho de estar a casi 100km de distancia no la iba a detener, había pasado su tarde  pensando en su vida y no se sentía satisfecha con ella, ni con nada de lo que estaba haciendo, yo escuché con atención hasta que llegó al punto más importante: nosotros. Me confesó que no sentía la misma ilusión que cuando nuestra relación comenzó hace dos meses, pero que le entristecía darse cuenta que era por ella, que de alguna manera sentía que algo no estaba haciendo, que algo tenía que hacer y que no sabía qué, pude sentir su desesperación a kilómetros de distancia y de pronto lo dijo “No quiero lastimarte, no quiero perderte”. Era algo que no esperaba, algo que me tomó por sorpresa y es que por mucho que espere y piense que Idris siente todo eso, me he acostumbrado a que no es una persona expresiva con sus sentimientos y por ello me concentro en los míos, que dijera eso me conmovió y me aceleró el corazón, porque era una reafirmación de lo que había estado notando, no pude sino hacerle ver lo mucho que me importaba y cuan especial es para mí. En aquel momento sentí que le quería más que nunca, me sentí feliz de tenerla a mi lado y de que me quisiera y que me lo dijera.

¿Por qué entonces ha sido tan difícil para mi el escribir sobre ella?

La respuesta a esa pregunta es un tanto compleja, pero es tan real como las cosas buenas que vivimos juntos: Ambos somo adultos, independientes. De vez en cuando pienso en mis relaciones anteriores y como las cosas eran diferentes -obviamente-. Desde un principio mi relación con Idris ha sido poco común, al menos para mí, en ocasiones me pongo en el lugar de mis amigos e intento ver lo que ellos ven, la idea que se han formado de mi puede que sea la más sincera imagen de mi mismo e imagino como debe chocar para ellos esa imagen con la persona que es Idris, somos muy diferentes pero sobretodo estoy seguro que ellos piensan que no va con lo que siempre he querido en una mujer, la verdad es que no, Idris se aleja de mi esquema de mujer ideal de quien me enamoraría fácilmente, sin embargo Idris es mucho más que mi visión de una mujer ideal, Idris es algo diferente de mi, es alguien de quien aprendo mucho, es alguien que me muestra cosas que antes desconocía, es alguien que me hace pensar en cosas que antes no pensé, su estilo de vida me hace reflexionar sobre el mío y su mentalidad me hace alcanzar una mejor comprensión de mi mismo, Idris no es lo que yo quiero, Idris es lo mucho que he mejorado estando a su lado, es algo bueno y creo que por eso le tengo tanto cariño, no, estoy seguro de que es por eso que le quiero tanto, además siempre he sido bueno viendo más allá de las personas, debajo de esa fachada fría existe un ser frágil y vulnerable, hermoso. Eso es lo que veo en ella, sin embargo el camino hacía su verdadero ser no es sencillo y ese camino está lleno de ásperas brechas, muros donde choca mi mentalidad con la suya, mi forma de pensar con la suya, mi visión con la suya. Y aquí empieza el problema.

En muchas cosas no nos parecemos y percibimos las cosas de manera diferente, tiene actitudes que me cuesta aceptar y sobre todo compartir, cuando pienso en mis relaciones anteriores veo como he crecido como persona, como estos casi dos años solo me hicieron crecer tanto, jamás le he dicho a Idris que la amo y es porque no siento eso por ella, el amor es algo muy importante para mi, algo que me costó mucho valorar y que ahora atesoro de tal forma que no puedo entregarlo tan fácilmente y eso está bien, porque se que el día que lo haga será real. No puedo pensar en Idris antes que en mi, ya no, hace dos años me hubiera sido facil hacerlo pero hoy no, hoy conozco mi valor, hoy se lo que quiero y se lo que merezco y no pienso conformarme con menos que eso, no pienso decir cosas que no siento ni cambiar por otras personas, soy fiel a mi mismo y no voy a dejar de serlo, al menos no hasta que algo cambie, al menos que sienta que vale la pena.

En eso Idris y yo, somos iguales.

Ambos estamos muy ligados a nuestra individualidad y no vamos a dejarla tan fácilmente, ella no cambiará su forma de ser por un capricho mío y yo no lo haré tampoco, ambos somos adultos, ambos sabemos cuanto vale el amor y ambos esperamos grandes cosas del otro antes de entregarlo.

El día de hoy discutimos, discutimos por algo que publiqué en Twitter -las redes sociales realmente son un cancer para las relaciones-, algo que no le gustó y algo por lo que no me disculparé, hacerlo sería traicionarme a mi mismo y ni siquiera le ofendí de ninguna manera posible, pero ella no ve las cosas de la misma manera que yo y ese es su problema  -así de fuerte es nuestra convicción-, no estoy dispuesto a cambiar mi forma de ser por ella, no aún y quizás no pronto y no me siento mal por ello, pero no significa que eso vaya a arreglar las cosas.

Tenemos una relación y si queremos que siga ambos tendremos que poner de nuestra parte, no soy idiota, se que las relaciones implican sacrificios y no me ciega el orgullo ni el egoísmo, pero me rehúso a rebajarme por caprichos, esa es la diferencia del yo de hace dos años y el de ahora. A esta hora estoy más tranquilo, no he perdido la fe en nuestra relación y sinceramente puedo vernos juntos más tiempo, lo vi el otro día en nuestras sombras juntos, lo sentí en su forma de abrazarme y lo viví en su manera de besarme.

Estamos juntos por elección, pero no estamos atados, ambos sabemos que podemos irnos en cualquier momento y creo que los dos estamos agusto con ello, si las cosas no funcionaran tomaremos caminos diferentes y seguiremos con nuestras vidas, estoy seguro de ello. Y es lo bonito de nuestra relación, porque sabiendo que podemos irnos en cualquier momento sin sufrir demasiado… decidimos quedarnos y buscar hacernos felices.

Idris me ha hecho experimentar una relación de una manera que jamás lo había hecho, cruda y adulta, una relación sin tanto bombo y polvo de hadas, no es una relación enfermiza, al contrario, es diferente y tiene sus formas hermosas de cautivarme, porque logra enamorarme de maneras que jamás había vivido, todo es diferente y eso me provoca placer e incertidumbre, pero empiezo a acostumbrarme y son más las cosas buenas que las malas, no se cuanto más duraremos, podrían ser meses más o solo unos días, se que cuando llegue el momento ambos partiremos sin sufrir demasiado y espero que cuando llegue el momento ambos nos sintamos felices de habernos conocido.

Porque si de algo estoy seguro, es de que Idris no es el amor de mi vida.

Y sin embargo, la quiero como no había querido a nadie en mucho tiempo y me hace muy feliz. Solo puedo corresponderle de la misma manera por el tiempo que sea que estemos juntos, haré lo que esté en mis manos para hacerla feliz.

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