Una gran tristeza me invade y me llena sin remedio, no puedo evitarlo. Yo no pedí nacer con el don de sentir estas emociones, pero la habilidad se me otorgó de igual manera.
Desde que nací he sido capaz de sentir las emociones de los demás, una habilidad que va mucho más allá de la empatía, verdaderamente puedo sentir lo que otra persona está sintiendo y soy fácilmente influenciado por estas sensaciones, desafortunadamente el sentir no significa comprender y muchas veces sufro sin entender por qué.
Hoy es una de esas noches donde me invade la tristeza sin saber por qué, sin comprender por qué de pronto me dan ganas de llorar, no es la primera vez y estoy seguro de que no será la última, así que trato de comprenderlo, corriendo el riesgo de contaminarme… Oh ha sucedido. El sentimiento invade mis pensamientos e infecta mi mente como un parásito, se que no puedo detenerlo así que lo dejo seguir… invádeme.
Dirijo mis pensamientos hacia Idris, es lógico porque se ha vuelto el tópico principal en mi red mental, en mi vida. Insatisfacción. De nuevo, maldita sea. ¿Por qué me siento así?
Recuerdo las palabras de Idris: Me dices que estás ahí para escucharme pero tu no haces lo mismo, dices que somos una pareja pero no me hablas.
Tiene razón ¿por qué no lo hago?
Yo que me he convertido en una persona que expresa sus sentimientos, una persona sin miedo a expresar su punto de vista y a defenderlo ¿por qué no lo hago?
Miedo. ¿A qué? No lo se. Sí lo sabes. Si lo se. Es diferente. Siempre lo ha sido. Está más allá. No es eso. No lo es, es lo que sabes. ¿Qué sé?. Lo que has visto. No me ve las cosas como yo. No te comprende. ¿Cómo lo haría?. Necesitas sentirte comprendido. ¿Cómo lo haría? No le cuento. Porque no lo merece, no es capaz de ver como tú y eso te destruirá. Merece el beneficio de la duda. ¿Estás dispuesto? ¿Por ella?. Es necesario, de otra manera estoy perdiendo mi tiempo. ¿Apenas lo notas?. Cuidado. Lo sabes. Le quiero. Excusas. No me siento atado. Pretextos. Necesito decirle. Va a acabar mal, acabarás herido. Así es la vida a veces ¿sabes?. Eso dices tú, pero yo me llevo lo peor. Eres yo. Soy tú.
Tengo razón. He descubierto que la razón por la cual no me he abierto a Idris, no le cuento mis vulnerabilidades, mi alma, es porque no es como yo, es muy diferente y siento que no me comprende de la forma que me gustaría, no porque no lo quiera, simplemente es incapaz, somos demasiado diferentes y temo que si lo hago y no reacciona de la manera que me gustaría, acabará por lastimarme y eso pueda acabar con nuestra relación, sería una falla irreparable, fallar a ese nivel, ser incompatibles en cosas tan íntimas… no puedo estar en una relación así y creo que me da temor averiguarlo. Se que hace años no lo habría hecho, habría permanecido en mi coraza, pero nací para sentir y sentir debo.
Idris merece el beneficio de la duda, le daré la oportunidad de hacerme daño. El que lo haga o no, determinará el rumbo de nuestra relación.