Por lo general al pasar de los años tendemos a voltear hacia atrás y logramos identificar algunos días en nuestra vida donde reconocemos fue el génesis de una serie de eventos que terminaron por cambiarla para siempre. Hoy tengo la certeza de que mañana será uno de esos días.
Viernes 11 de Mayo a las 2:00 P.M.
Esa es la fecha y hora a la cual comenzará el primero de mis exámenes para ingresar a la maestría que siempre he querido, la maestría que desde que supe de su existencia me di cuenta que era la que habría de estudiar. Una maestría que se imparte en una escuela que está en una ciudad a 690 km de la mía. La primera piedra en el camino que me prometí seguir desde que empecé a estudiar mi carrera y a enamorarme completamente de ella. El siguiente paso en mi vida de adulto y la plataforma que me impulsará a al fin salir de esta ciudad. No puedo enfatizar lo suficiente lo mucho que eso significa para mi, ni lo importante que es para mi el día de mañana, pero lo es.
El examen de mañana no me garantiza entrar a la maestría, es tan solo el primer filtro que me dará la oportunidad para ingresar a un curso que tendré que aprobar para seguir en el proceso, sin embargo creo que es el examen más importante. Después de dos años de haberme graduado de la universidad y de laborar en un trabajo donde las habilidades que adquirí no están enfocadas en lo académico es natural que mis conocimientos se hayan empolvado, cosa que me di cuenta en el momento en el que volví a tomar los libros y las libretas para repasar el temario que me proporcionaron. No eran solo mis conocimientos los que estaban empolvados, sino mi forma de pensar y abordar los problemas habían cambiado radicalmente, ya no pensaba de manera abstracta sino de manera más práctica y aunque al inicio fue interesante darme cuenta, pronto recobré mi habilidad de abstracción y avanzar con mi estudio. Me he preparado tanto como he podido y aunque no se todo lo que se puede saber de los temas -no creo que ni habiendo estudiado 6 meses lo sabría- se lo suficiente para sentirme preparado.
Soy un optimista y sobre todo un idealista, que piensa que podré solucionar los problemas, que cree que pasará el examen, que se dice a si mismo que todas las preocupaciones que tengo son exageradas y que mi capacidad prevalecerá, pero también soy una persona realista. Me es imposible no pensar en todos los posibles escenarios y por mucho que quiera no ahondar demasiado en los resultados negativos, no soy capaz de ignorarlos. Sin embargo, el hecho se sostiene: el día de mañana será uno que cambie mi vida.
Ya sea que pase o no de manera satisfactoria el examen, a partir de mañana ya no seré el mismo, me convertiré en un nuevo participante del curso 2018 o me convertiré en uno más que no pudo aprobar el examen, de la primera las consecuencias son obvias, alegría y progreso, la segunda posibilidad es un poco más enigmática pero no por eso desconocida, de no pasar el examen de verme superado ampliamente por su dificultad voy a sacar dos cosas, la primera es experiencia que no tengo hoy, hoy voy a ciegas a un examen que bien podría ser extremadamente difícil o exactamente para lo que me preparé, en cualquiera de los dos casos de no aprobarlo me quedaré con la experiencia de saber su alcance y dificultad y eso ya es una gran ventaja ¿por qué? porque no pienso rendirme, de no aprobarlo lo intentaré de nuevo, de eso estoy seguro. La segunda es un nuevo futuro y un abanico de posibilidades, creo que ya decidí que aun si no paso el examen, renunciaré a mi trabajo. Es momento, siempre dije que no duraría más de dos años y es la oportunidad perfecta para cumplir con mi palabra, lo que venga después ya lo solucionaré, pero tengo una idea bastante clara de lo que será. Dejar esta ciudad.
De cualquier forma no he pensado demasiado en ese panorama pues estoy concentrado en que todo saldrá de la mejor manera posible, por supuesto que siento inseguridad, dudas e incertidumbre, de “no ser lo suficientemente bueno”, de que todo salga malo, de apostar todo y perder, pero hoy más que nunca una energía que no había sentido en mucho tiempo me ha llenado en grandes cantidades, el apoyo de mis seres queridos. Todo aquel que se haya enterado de mi examen me ha deseado lo mejor, todos mis amigos me han reconocido la capacidad, todos ellos confían en mi y en que pasaré ese examen, ninguno de ellos lo ha dudado en ningún momento, para ellos es tan claro como el agua y aunque a mi me costó mucho creérmelo, fue su confianza y sus buenos deseos puestos en mi lo que me ayudó a darme cuenta que tienen razón y que tengo la capacidad de salir victorioso.
Hoy más que nunca agradezco por esos amigos que tengo y por todas sus palabras de aliento y sus actos de apoyo. Hoy más que nunca siento su energía y alimentan mi aura.
Hoy más que nunca, se que puedo y mañana lo voy a lograr.
Mañana… cambiaré mi vida.