Últimamente mi actividad en el blog ha tomado un giro muy literario, empezando por las impresiones de las lecturas que llevo hasta ahora, pero me parece que es algo bueno, desde hace tiempo había estado intentado introducir cosas más diversas al blog, aunque al mismo tiempo me aterra un poco que las personas que comienzan a seguirme tengan la impresión de que este es un blog dedicado a mi actividad como lector/escritor, no lo es. Este continúa siendo un blog personal y por lo tanto se encuentra influenciado por las cosas que acontecen alrededor de mi vida, lo que en estos últimos días ha venido a ser, la lectura.
Tampoco es que me preocupe tanto, la lectura es un hábito muy arraigado en mi y forma parte de mi persona, así que lo más probable que una vez introducido este tipo de contenidos al blog, lleguen para quedarse, sobre todo durante este año que me propuse un reto de lectura. Pero bueno, como parte de esta creciente y renovada actitud de lector insaciable se ha presentado en mi vida una oportunidad bastante atractiva: formar parte de un club de lectura.
Mi ciudad no se distingue por su cultura y lo menos por su actividad lectora por lo cual no es común ver grupos de lectura que duren, mucho menos públicos. Haciendo notar mi incorfomidad por esta situación en Facebook hace 4 días, un ex-compañero me comentó que si existían y que el asistía a uno, al cual me extendió una invitación, me pareció emocionante y una oportunidad que no voy a dejar pasar, ahora me encuentro leyendo el libro que quedaron en discutir para el viernes, quedan 3 días y estoy corto en 400 páginas, pero estoy seguro que lo terminaré, seguramente compartiré mi experiencia en este espacio así como su respectiva impresión.
No hay mucho más que contar, salvo que siento que esta oportunidad es la primera en un año que pretendo hacer fantástico, llenándolo de buenas experiencias y tomando nuevos riesgos. El primer engrane está en movimiento.