Escribir esta entrada me recuerda un poco a aquellos tiempos cuando inicié mi blog, por dos cosas, esta es un post donde relato ciertas situaciones que puede sean lo más dramático que haya pasado en mi vida desde aquellos días y además es también un post desfasado en el tiempo, o algo así.Sucedió hace alrededor de dos o tres semanas. Un día normal que terminó desencadenando una serie de eventos que acabarían en un suceso un tanto trágico. Todo empezó con Elena, días antes había tenido malos resultados con algunos exámenes en su universidad, estaba un poco desanimada y en mi intento por hacerla sentir mejor, le propuse que si se esforzaba por obtener mejores resultados en sus quizes la invitaría a una nieve -de las cuales tenía semanas con antojo-, se mostró bastante contenta por la idea y en efecto se esforzó bastante por obtener mejores resultados, hasta ahí todo bien. La tormenta comenzó el día que se suponía iríamos a celebrar, no había manera en que yo pudiera prever todo lo que sucedería a partir de ese día.
Un día antes me preguntó sobre cual sería el plan para el sábado (el día que iríamos a las nieves) le dije que no había pensado en nada concreto que simplemente fuéramos por la tarde y ya, ella insistió en que concretaramos algo, para lo cual le dije que entonces me dejara comentarlo con Byr a ver a qué hora íbamos los tres(porque por alguna razón me pareció raro que simplemente fueramos ella y yo, aun cuando ya habíamos salido solos), Byr me dijo que estaría ocupado hasta las tres porque tenía ensayo con la orquesta y que después iría a comer con unos amigos, que probablemente podía desocuparse a las 5 o 5:30, pero que quería ir a una presentación(de danza) de Lysa(prima de Elena) a las 7, esto me emocionó porque desde que los conocí he querido ir a una de las presentaciones de Lysa y por una cosa u otra no he podido, le dije que contara conmigo para ir con Lysa pero que hiciera lo posible por ir con nosotros a las nieves y de ahí nos íbamos al teatro, lo cual le pareció muy bien. Y así le conté el plan a Elena, al enterarse de nuestra intención de ir con Lysa inmediatamente me dijo que ella no podía ir y que no tenía intención de hacerlo, le dije que no había problema, que podíamos hacer las dos cosas, si ella necesitaba irse, podía hacerlo después de las nieves y nosotros nos íbamos al teatro, la idea pareció no agradarle del todo pero no discutió más el hecho. Y así quedamos de acuerdo.
Sábado por la mañana y recibo un mensaje de Elena, diciendome que le confirmara la hora exacta que iríamos -¿Cuál es el apuro?-, le dije que aun no sabía porque no tenía idea de a que hora se desocuparía Byr, lo cual no pareció satisfacerla e insistió, le dije que si importaba tanto, que la veía a las 5, porque igual tenía cosas que hacer en el centro y si Byr se desocupaba que nos alcanzara, esto pareció calmarla y ahí terminó la plática. Minutos más tarde me preguntó si llevaría mi auto,a lo cual le dije que no y empezó a decirme que no tenía forma de regresarse -entendí la indirecta, pero no podía hacer nada-, le dije que no veía el problema (realmente no lo había), los autobuses todavía estaban en ruta a la hora que nos desocuparíamos, intentó argumentar lo contrario pero su argumento era risible e infundado, así que terminó por ceder, la invité a que me acompañara en mis vueltas por el centro, un poco más temprano, si no tenía nada que hacer, la idea le agradó y quedamos en vernos al rededor de las 2.
Una hora después recibí otro mensaje, “no voy a ir”. Ya estaba empezando a hartarme de todo el problema que [ella]había estado convirtiendo una simple salida a las nieves con dos amigos y con un pensamiento de “¿ahora qué?” contesté a su mensaje pidiendo una explicación, sencillamente me dijo que no iría a nada, ni a lo de Lysa ni a las nieves, porque su madre no quería que se devolviera sola -¿Es acaso mi responsabilidad llevarla?-, no tenía ganas de seguir con esa odisea así que simplemente le dije que era una pena y que ya iríamos después a lo que ella contestó lascivamente que no, que ya había perdido las ganas y le parecía mucho problema salir con nosotros dos. Oh si, me quedé sorprendido ante su percepción de la situación que evidentemente ella había complicado, pero decidí ignorarlo y le contesté con simple “Oh, está bien”, a lo cual respondió con un “Pues bueno”(¿siempre tiene que tener la última palabra?).
Decidí que no valía la pena arruinar mi sábado por eso y me la pasé estupendo, salí de compras por el centro comercial, compré libros y al caer la noche asistí con Byr al teatro a ver la presentación de Lysa, estupenda. Al final nos encontramos con ella y platicamos un poco, me dijo que se me veía bien sin barba también, lo cual me pareció curioso. Byr llevaba su violín y Lysa le pidió que le enseñara como se tocaba y fue entonces que presencié uno de los momentos más bonitos del día, el verlos interactuar, él enseñándole a ella, ella poniendo atención de él, la química en los dos es tan pura que ninguno de los dos se da cuenta. ¡Quien fuera adolescente de nuevo!. En un momento que nos quedamos solos Byr y yo, platicamos sobre Elena y el por qué nos había cancelado, concluimos una cosa: mañana estaría enojada.
Nunca en los meses que llevo de conocerlos la había visto así, tampoco es que no asumiera que pudiera comportarse de esa manera, por su actitud y lo que ella misma me había contado, siempre supe que podía ponerse así, simplemente no la había visto, y ahí estaba, con una actitud totalmente hostil hacia nosotros dos, no hubo abrazos, no hubo caricias ni siquiera buenas caras y tomó cada oportunidad para realizar comentarios con el filo de una navaja de afeitar. Lamentablemente para ella, yo he vivido más tiempo.
Todo su enojo y su hostilidad hacia mi quedó frustrada por mi actitud indiferente y completamente pasiva hacia ella, sabía que estaría enojada conmigo así que simplemente decidí no hablarle y no darle la oportunidad, lo cual funcionó, para mi al menos. Su enojo al ser irracional e infundado y al no poder descargarlo conmigo se tornó hacia ella y al no saberlo manejar, empezó a actuar errática con los demás y aunque yo lo había notado desde el momento que llegó no lo iba a señalar, pues sabía que no era su culpa, en cierta forma es algo que no puede controlar y me parecía cruel evidenciarla, pero ella terminó haciéndolo y los demás no tienen la misma paciencia que yo, pronto les empezó a molestar su actitud y se lo hicieron notar en forma de burla, debió de haber sido duro para ella no explotar ante todos esos comentarios pero yo no podía intervenir por ella, sabía que al hacerlo le daría la excusa perfecta para atacarme -aunque aun fallo en ver como lo haría, las mujeres siempre encuentran la forma-. La mañana pasó y nuestro servicio terminó, al final Dima estaba impresionada de verla así, eventualmente le conté por lo que Byr y yo creíamos se había puesto así y coincidió en mi pensamiento, de que no había motivo para que tomara esa actitud. El día había llegado a su fin, no nos veríamos en 4 días. Pensé que sería suficiente. No fue así.
El jueves de ensayo su actitud no fue tan hostil pero seguía renuente a mi, no habíamos hablado por WhatsApp en toda la semana así que asumí que algo de resentimiento quedaba -aunque me impresionaba como podía estar aun molesta por algo tan estúpido-, para este punto su actitud infantil ya estaba sobrepasando mi paciencia. El domingo, llegó, no abrazos, menos hostilidad, las cosas no habían vuelto a la normalidad.
Le daré tiempo.