Ha pasado ya una cantidad de tiempo considerable desde nuestra ruptura, y me alegra ver como ambos nos hemos superado el uno al otro, a nuestra manera. Pasará aun más tiempo en el que volvamos a tener una charla casual, tú no pareces quererla y a mi no me interesa buscarla. Han pasado ya más de 10 meses desde aquel 7 de noviembre donde rompimos aquel lazo que nos unía y nos volvimos libres.
Siempre he creído que una de las cosas más difíciles sobre mi mentalidad es lograr que las personas entiendan que a pesar de tener un lazo sentimental, puedo separar el pensamiento lógico con un fin estrictamente argumental. No conozco a muchas personas que me crean cuando se los digo y son menos las que entienden lo que eso significa, quizás es necesaria una persona que disfrute de los argumentos como tú y yo lo hacíamos para entenderlo, incluso tú durante mucho tiempo no lo entendías o no lo creías o simplemente te lastimaba, lo veía en tus ojos, lo vi en tus expresiones durante muchos años, pero nunca te rendiste y nunca te traté como alguien que no pudiera soportar esa parte fría de mi, quizás porque siempre creí en tu potencial, fue aquella tarde de noviembre, la primera vez que vi en tus ojos como después de casi 6 años, pude transmitirte y pudiste ver lo que yo quería explicar. Teníamos que terminar.
Fue tu reacción, tu comprensión y tus ojos los que me hicieron ver tiempo después que esa fue la acción correcta, yo no tenía nada más que enseñarte, tú ya no me necesitabas y yo necesitaba crecer, me había estado ahogando por mucho tiempo. Lo sabía yo y tenía que hacértelo ver a ti. El hecho de que lo entendieras, fue mi recompensa, mi recompensa por tantos años de haberte querido y haber intentado hacerte crecer, mi recompensa al ver aquella niña tímida y con problemas haberse convertido en alguien tan capaz como mi orgulloso yo se creía. Mentiría si dijera que no me hizo feliz pensar que en cierta forma al haber crecido juntos yo influí en ti a tal grado de que lo que eras en ese momento era producto de haber visto en ti lo que eras capaz de hacer y estar ahí cuando lo lograste. Me hizo feliz y me sentía orgulloso de mi mismo, de haber logrado cumplir mi promesa y de la persona fuerte en la que te habías convertido.
Esa fue la primera vez que sentí que entendiste como proyectaba mi raciocinio fuera de mis sentimientos, simplemente porque era necesario, como podía pensar en lo lógicamente mejor y aun así amarte como jamás amé a nada.
Es por ese motivo que al escribir este… texto, se que tú entenderías como mis sentimientos por ti ya no son más los que alguna vez fueron, como mi interés por ti se ha ido desvaneciendo y aun así, sigo pensando en ti. Me molesta.
Tengo una hipótesis, que mis pensamientos se siguen desviando a ti porque no he tenido una pareja más con quien comparar ciertas situaciones, vivimos muchas cosas únicas que no he vuelto a vivir con alguien más, así que es lógico que tú imagen sea la única en ellas, además después de haberme acostumbrado durante más de 5 años a ser en ti lo que más pensaba me parece natural que aun se desplacen mis pensamientos hacia ti en algunas situaciones. No pienso en ti todo el tiempo, pero me gustaría no hacerlo para nada, principalmente porque no hablamos y no le encuentro sentido, pero no tengo tanto control de mi mente como quisiera, además te sigo viendo, supongo que eso influye. En fin, confío en que con el tiempo dejará de pasar y dejará de molestarme, como todo.
Con todo, siento que hay cosas de las que jamás hablamos y son las que en ocasiones giran en mi cabeza y desvían mis pensamientos, ya sabes como tiendo a pensar en mil cosas, mil caminos y mil situaciones diferentes para algo que atrapa mi curiosidad. Así que decidí escribir esto y sacarlas de mi cabeza, ya que como ya lo dije, no creo que pronto vayamos a platicarlo. Lo sellaré aquí y algún día volveré… o no, realmente no importa demasiado, lo que importa es que ahora no lo necesito en mi mente.
Son cosas que no comprendo y que me causan curiosidad, este texto es para ti y por eso confío en que lo tomarás con la misma mentalidad con la que discutimos la tarde en la que decidimos terminar, con la misma mentalidad con la que hablamos aquella noche después de tu cumpleaños. Aquí va. No hay sentimientos, solo genuina curiosidad. Aquí va:
La más evidente y aun así la más abierta. No alcanzo a comprender como es que pudiste tener una nueva relación tan “pronto”. Dejo de fuera todo aquello de que él era uno de tus amigos en la friendzone y que yo tenga algún resentimiento por ello, para nada, de hecho me parece un buen tipo, completamente afín a ti, incluso hoy noto como eran más cercanos los últimos meses antes de nuestra ruptura, no que eso tenga nada que ver. En fin, a lo que me refiero es a que creí que después de que tu relación conmigo comenzó muy poco tiempo después de tu ruptura con tu entonces ex-novio y que duramos casi 6 años, querrías pasar más tiempo para ti y disfrutar tu libertad, tal vez no la necesitabas, tal vez simplemente te gusta tener a alguien con quien estar o tal vez simplemente le diste una oportunidad “just for the sake of it”, no lo sé y no es que me den celos, simplemente me parece poco lógico, personalmente me da flojera empezar una relación de nuevo en tan “poco” tiempo, no porque no pueda, si no porque estoy muy agusto disfrutandome a mi mismo. Podría pasar mucho tiempo teorizando sobre los motivos por los que ahora tienes novio y la verdad es que no lo vale, así que se lo atribuiré a que somos personas diferentes, tal vez algún día me entere, si no, todo quedará aquí.
Decidiste dejar de hablarme. Bueno, esta es un poco más obvia pero aun así me gustaría saber la razón, yo también decidí hacerlo, lo necesitaba, después decidiste hacer contacto conmigo en cierta forma, pero yo no lo quería y cuando sentí que podíamos llevar una relación un poco más casual y menos coincidencial, tomaste una actitud propia de quien no quiere más que no llevarse mal con su ex, lo cual respeto, acepto y comparto. Aún así, la curiosidad de quien le gusta saber me traiciona.
La última, ¿me recuerdas?, no lo pregunto con sentimentalismo, si no con la misma actitud que he escrito todo lo anterior, me pregunto si a ti te pasa lo mismo que a mi y si aun recuerdas cosas que solo yo hacía y que solo nosotros vivimos, si atesoras los momentos que vivimos o si simplemente decidiste jamás volver a pensar en ellos, lo segundo me parece más algo que tú harías, yo atesoro los buenos momentos y aprendí de los malos, elegí no bloquear nada porque formaste parte de quien soy y eso siempre estará en mi, pero ya pasó y afortunadamente los recuerdos no me hieren. Me gustaría saber si te pasa igual que a mi, si te molesta igual que a mi.
Lo curioso de todo esto es que aunque mi mente tenga todas estas teorías sobre lo que podrías ser, la verdad es que te has vuelto una desconocida para mi y eso me agrada, lo más probable es que todas mis ideas sean incorrectas y que tus motivos se escapen de mi imaginación y eso también está bien, sería padre platicar y sacarme estas curiosidades que ya no me entretienen, si algún día te das la oportunidad y estoy dispuesto, será. Si no, al menos ya he encerrado mis ideas en este escrito.
Por último, jamás te lo dije porque ya no tuvimos la oportunidad, pero te estoy muy agradecido, gracias a ti aprendí muchas cosas, fuiste la primera en muchas cosas y me amaste como a no habías amado a nadie, yo te amé lo más que pude y siempre traté de ser mejor para ti, desafortunadamente olvidé ser mejor para mi y eso nos llevó a terminar, gracias a ti aprendí a amar y a ser amado, a sacrificar y a comprometerme. Siempre serás parte de mi historia, eres una gran persona. Y si tuviera que elegir entre terminar nuestra relación o no, lo volvería a hacer como se que tu también.
Confío en que si llegas a leer esto algún día, entenderás que lo escribí de la misma manera en la que te hablé esa tarde, sin resentimientos ni dolencias, simplemente con la intención de una interesante charla. Mis sentimientos por ti se quedaron junto con los buenos momentos que pasamos, en aquella última tarde de pizza y vino.
Hasta siempre, Violeta.
Me encantan tus publicaciones y esta en especial me ha traído a la mente alguna situación similar, tal vez no tan intensa como la tuya pero con algunos momentos análogos. Es tan genial poder leer post sinceros, aunque suene trillado este tipo de publicaciones me hacen tener fe en la humanidad. Tal vez sea un poco “metida” al comentar algo tan personal pero créeme que me llegó, en especial el “hasta siempre, Violeta”. En Internet casi nadie lo sabe pero mi primer nombre es Violeta.
Un abrazo.
Me encanta que haya movido algo en ti, para serte sincero estuve a punto de no hacer público este post, pero al final decidí que no tenía sentido ocultarlo. Tienes un muy bonito nombre, ¡siempre es un gusto tener comentarios tuyos!
Saludos y que estés bien.