Un nuevo rugido

«Pasan tan lentos los días y tan rápido los años»

Así son las cosas con el tiempo, relativo a nuestra situación. Hoy me encuentro escribiendo un post en vísperas de las celebraciones de un nuevo año, cuando hace 12 meses no tenía idea de que terminaría la relación con mi ex para siempre, que sufriría y que me transformaría, que me volvería una mejor versión de mi, que conocería a alguien en una visita al teatro y que tendría mi primer cita con una completa desconocida, que recobraría mi fe, descubriría nuevas fases de mi, desarrollaría habilidades ocultas o que me encontraría personas que jamás pensé conocer, que viajaría a lugares que jamás había visitado y conviviría con personas que nunca había visto, obtendría muchos buenos amigos y experimentaría cosas que jamás me atreví a intentar. No tenía idea que comenzaría a escribir de nuevo, ni que crearía este espacio.

Comenzar el año sin expectativas ni rumbo alguno, me permitió ser en aquel entonces algo que no pensé ser jamás, alguien diverso, maleable, flexible, mi actitud de acero se volvió algo mas blando y maleable, algo que me permitió darme cuenta lo diferente y cerrado que era, las oportunidades que dejé pasar y prometerme no dejar pasar más. En aquel entonces era otro y hoy soy yo. El mismo y sin embargo diferente. El universo me concedió el año que necesitaba y fue maravilloso. Un año de construcción y de renovación, un año que no pienso olvidar, el mejor año de mi vida hasta ahora.

Es una practica común de la mayoría de las personas ponerse metas para el año que viene y algunos con mayor voluntad que otros las cumplen, pero es cierto que gran parte quedan relegadas por ser inalcanzables o poco realistas. Estuve pensando en que podría proponerme para el año que está por venir, algo que fuera realista y bueno, pero simple, que pueda cumplir. Se me ocurrió una idea, me pareció simple y decidí que ese sería mi propósito.

Hacer del año que está por venir, un mejor año que el que está por acabar

Estoy decidido a cumplirla, sería un error de mi parte comenzar el año de la misma manera que el anterior, ya no soy el mismo y no necesito esa incertidumbre, ahora me conozco más y aunque me queda mucho más por descubrir de mi mismo, tengo lo necesario para emprender cosas nuevas y alcanzar nuevos horizontes, llevarme al límite e ir más allá de mis propias fronteras. Voy a llegar hasta donde nunca he llegado y voy a seguir, porque este año me enseño que soy capaz.

Estoy emocionado, hoy brillo más que nunca.